lunes, 11 de enero de 2010

PUNK



Ahora resulta que el punk, que no tenía futuro, vuelve a tener presente. Se lo han dado en USA los gobiernos Bush, la lacra puritana y la existencia de una juventud obrera sin las esperanzas indefinidas del pasado imperial.

Es curioso, pero repite la historia de la Inglaterra de la Señora Thatcher: la aparición -en un entorno de decadencia social y reacción autoritaria- de un movimiento juvenil radical en la depravada y elefantiásica galaxia de la industria musical.

Tiene rabia, tiene fuerza, un ritmo bronco y seco, como la palabra "No". "No" es, en el fondo, una afirmación que. como todas las afirmaciones, acaba disolviéndose en sus contradicciones internas, ahogada por clones superficiales y tergiversaciones absorbibles por el sistema. Pero, mientras tanto...

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