Madera mojada, madera oscura
allí apoya su mejilla la tarde, la lluvia.
Allí fosforece tu candela que arde
pequeñita, terca, afrontando lo opaco que se acerca
y de pronto se quiebra
en astillas de luz que desaparecen.
No sabemos cómo ha sido
cómo tu voz ha podido levantarlo todo y derribarlo
y volverlo a levantar cuando comienza un verso
Pero ahí estás cantando
para que los ahogados de tristeza
arriben a buen puerto.
1 comentario:
Magífico fado y magnífica Amália.
Esto otro no es Amália ni es fado, pero se llama igual:
http://www.youtube.com/watch?v=j_MDEgobhas
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