sábado, 5 de junio de 2010

¿QUÉ OTRA COSA PODÍA HACER ISRAEL?



No entiendo la indignación de la gente por lo del asalto al barco turco que se dirigía a Gaza...¿Qué iba a hacer Israel? ¿desactivar el bloqueo?...¿y despues? ¿desmontar las colonias en territorio ocupado? ¿permitir el regreso de los expulsados por los sucesivos procesos de limpieza étnica? ¿abandonar la definición religiosa (que es al mismo tiempo "racial")del estado judío? ¿suprimir las consiguientes limitaciones de los derechos de ciudadanía que pesan sobre la población indígena?...¡pero hombre! si Israel no puede, para garantizar su futuro como democracia occidental, ni tan siquiera levantar la prohibición del matrimonio civil (porque sustituye a lo que sería una antiestética prohibición del matrimonio "interracial").

¿Cómo pueden pretender los progres europeos que una colonia occidental en el Oriente Próximo se mantenga como tal sin recurrir al racismo, a la extranjerización de la población originaria; sin militarismo, ocupación y guerra constante con los territorios que la circundan? O se monta una colonia o no se monta.

¿Qué hizo Sudáfrica para resistir mientras pudo?: mantener a los indígenas en pequeños territorios "extranjeros" subdivididos y bajo supervisión, impedir el acceso de la población sometida a los puestos de decisión política, invadir periódicamente las fronteras vecinas y ocupar los territorios que podían ser cabeza de puente para la implantación de los movimientos de rebelión...

Los indígenas son siempre más brutos, mas feos, más bárbaros que nosotros. Y más pobres. No creen en religiones normales. Visten a sus mujeres como a nuestras bisabuelas. Cuando nos atacan lo hacen a cuchilladas, o llevando amarrada una bomba al vientre para hacerla explotar en cualquier sitio. Así lo hacían los movimientos armados de la rebelión africana. Mandela era uno de ellos, un terrorista vinculado a organizaciones que ponían a mano bombas en bares o estaciones de autobús. Nada que ver con los proyectiles de fósforo o los cohetes dirigidos lanzados limpiamente desde aparatos de bombardeo que ni tan siquiera llevan piloto.

Así que no voy a criticar a Israel por asesinar a diez personas esta vez. Aunque hoy he leído algo que tien que ver con lo que hay detrás de el asalto naval que hoy escandaliza a todo el mundo. Y que a mí me escandaliza y me repugna de forma más profunda y más continua ( como la foto que he copiado del blog de Txomin Goitibera).

Lo he leído hoy (sábado 5 de junio de 2010) en la contraportada de EL PAÍS.

Se llama Sicham Levental, tiene 27 años y fue soldado del Ejército de Israel. Cuando se licenció se juntó a otros ex soldados en lo que acabaría siendo el movimiento Breaking The Silence (Rompiendo el silencio) que trata de explicar a los propios israelíes que lo que hacen a los palestinos es una indignidad.

Sicham Levental come contento el humus de garbanzos mientras la brisa mitiga el día de un caluroso junio barcelonés. Comenta que los acontecimientos de la flotilla humanitaria que pretendía alcanzar Gaza son graves, pero "lo más grave es que no se trata de un caso aislado. Lo grave es la normalidad". Una normalidad en la que los palestinos carecen de derechos. "Yo tengo una casa, sé que nadie va a entrar en ella. Los palestinos, no. A veces un comandante ordena entrar en una casa de noche porque sí. Para que no olviden quien manda. Y no entramos llamando a la puerta con una sonrisa sino con armas, con golpes, con registros, gritos y patadas. Para que aprendan".

2 comentarios:

Txomin Goitibera dijo...

Y yo comprendo la postura israelí porque ¿Quién quiere vivir en un país pudiendo vivir e un bonito parque temático?

Y sobre todo esos palestinos que amenazan nuestras piruletas y nuestras bolsas de palomitas.

La piedra imán dijo...

Hay que dejárselas todas a ellos: BOICOT A ISRAEL.