El sábado fuimos, cenamos y vimos. Desde luego -ya lo sabía, pero siempre vuelvo a sorprenderme- la pintura hay que verla en persona, nada de pixeladita o impresa. Me sorprendí exclamando "¡Cómo texturiza, el cabrón!"
Nos ha encantado. Reverencia, maestro Espona.
Ahora esta pareja hace números -no somos ratas, pero tiramos a pobres :( y debate si nos lanzamos a comprar. Si fuese Amancia Ortega me llevaba cuatro, pero como no, pues habría que elegir entre las nubes de Ángel, mi cueva...o las miradas a lo celeste. ¡Ay!
2 comentarios:
El sábado fuimos, cenamos y vimos. Desde luego -ya lo sabía, pero siempre vuelvo a sorprenderme- la pintura hay que verla en persona, nada de pixeladita o impresa. Me sorprendí exclamando "¡Cómo texturiza, el cabrón!"
Nos ha encantado. Reverencia, maestro Espona.
Ahora esta pareja hace números -no somos ratas, pero tiramos a pobres :( y debate si nos lanzamos a comprar. Si fuese Amancia Ortega me llevaba cuatro, pero como no, pues habría que elegir entre las nubes de Ángel, mi cueva...o las miradas a lo celeste. ¡Ay!
Me alegro que os haya gustado la cena y la pintura. Y con respecto a la elección, la cifra no va a ser el problema. Hasta pronto.
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