viernes, 29 de enero de 2010

DANZA



Un espectáculo es algo que propone admiración. No es lo mismo mostrar un texto, una pintura, hacer escuchar una melodía, que ejecutar ante el público acciones que le son difícilmente realizables.

Los intérpretes profesionales de música clásica rechazaban antaño la gesticulación y la insistencia en las dificultades, para centrarse la precisión formal y en los matices de contenido. Pero como toda la cultura tiende actualmente al espectáculo, ahora a los instrumentistas casi se les exige que exhiban una mímica emocional. Como ejemplo, puede verse la comparación entre una interpretación de Horowitz y otra de Lang Lang. Y como parodia, un concierto de cualquier figura del rock.

La danza, acción sin palabras, es por definición espectáculo. O disfrute personal: la primera emoción que despierta en mí la actuación de un bailarín es la envidia.

¿Qué transmite en mayor medida el bailarín ¿belleza o agilidad? ¿Es un artista plástico o un artista circense? ¿Narra o exhibe? ¿es una escultura o una asombrosa máquina anatómica?

La verdad, la danza resulta para mí un arte profundamente enigmático y extraño.A lo mejor es sólo un juego. O la liberación mágica del cuerpo.

jueves, 21 de enero de 2010

CON SU PELLEJO PAGA



No sé si Bola de Nieve era músico o actor, pero me ha hecho darme cuenta de que hay formas de perfección a las que sólo se llega jugando.

sábado, 16 de enero de 2010

LA CINTA BLANCA




El horror de contemplar el horror, de sentir durmientes astillas de ese horror enquistadas en el interior de la propia alma, de imaginar la posibilidad de formar parte de él...

lunes, 11 de enero de 2010

MI POSTAL DE NAVIDAD


Foto: José Espona


Si Dios fuese un bebé
teta, sueño y pañales
serían las obsesiones de los hombres.

Y los ojos abiertos
asombrados de todo
ocuparían el lugar del pensamiento.

Pero es un viejo barbudo y mal sentado
en la nube gloriosa de su ira
esperando que crucifiquen a su Hijo,
que la serpiente engañe a la pareja edénica

Para así usar sus ángeles, sus espadas llameantes
para construir cargado de razón
abyecta sus Infiernos.

PUNK



Ahora resulta que el punk, que no tenía futuro, vuelve a tener presente. Se lo han dado en USA los gobiernos Bush, la lacra puritana y la existencia de una juventud obrera sin las esperanzas indefinidas del pasado imperial.

Es curioso, pero repite la historia de la Inglaterra de la Señora Thatcher: la aparición -en un entorno de decadencia social y reacción autoritaria- de un movimiento juvenil radical en la depravada y elefantiásica galaxia de la industria musical.

Tiene rabia, tiene fuerza, un ritmo bronco y seco, como la palabra "No". "No" es, en el fondo, una afirmación que. como todas las afirmaciones, acaba disolviéndose en sus contradicciones internas, ahogada por clones superficiales y tergiversaciones absorbibles por el sistema. Pero, mientras tanto...

viernes, 1 de enero de 2010

NASCITURUS


"EL NIÑO SANTO" Óleo sobre lienzo, 100 x 81 cm

Vaya!...Otra vez el Año Nuevo ha dejado de venir. Una vez más, en realidad como siempre. Y lo necesitábamos tanto. Que conste que estuvo a punto de aparecer....se acercaba sigilosamente entre los fríos, dejando sus pequeñas huellas en la nieve; sus pasos infantiles pero decididos se aproximaron al umbral de la medianoche señalada. Pero no. Es tímido, deberíamos saberlo. Su novedad estriba en no saber, no tener en cuenta el número, no medir la alegría. Otra vez las cornetas, las campanadas, los rituales que se superponen para satisfacer la demanda de ilusiones. Serpentinas, trajes, copas que se quiebran entre risas. Otra vez la alegría a fecha fija. Precisamente todo lo que asusta al Año Nuevo. Eso es lo que pasó, lo que volvió a pasar. Y nada. Ya tenemos aquí otra vez al mismo año de siempre con el nombre cambiado, con un disfraz compuesto de remiendos, declarando con esa voz cascada que se le ha ocurrido inventar la primavera. ¿Quién le cree ya?

Entresoñando siento tu cuerpo junto al mío en medio de la noche. Duermes ajena a todo y yo no estoy despierto. Dejo correr mi mano por la curva tan conocida, tan tibia, de tu cadera, y me vuelvo a mi sueño reconociendo el aura silenciosa del año diminuto que una vez más se escapa.