miércoles, 28 de abril de 2010

VALE, ZURICH NO ESTÁ TAN MAL.




Aquí no se habla con los galeristas. Tienen siempre una persona joven y encantadora que te informa amablemente de que el jefe está en Ginebra, o en París, o se ha ido por tres semanas. El jefe de la más grande, a la que fuí sin saber que lo era -aunque me lo imaginé al ver la exposición de esculturas de Josephson, (impresionante, por cierto, aún se ve alguna vez una originalidad que parte del origen y no de la gilipollez de lo provocador) que había en la enorme sala- el jefe, digo, estaba ¡en Vancouver!. Échale un galgo!

Pero al menos tratas con gente amable, y algo he ido avanzando. No mucho, pero no nada.

Y una cosa que me gusta de este pueblo, transportes públicos aparte, es que en cuanto sales de sus bruñidos límites estás directamente en un bosque, con varios tipos de sendero por los que puedes caminar horas, prácticamente sin ver a nadie. De hecho, hay un sistema de caminos de montaña por el que, con buenas piernas, pod´rías ir andando hasta Lucerna (80 Km). Yo no hago tanto, pero todos los días me doy una buena sesión mañanera: las galerías abren a partir de las doce).

Pues tampoco sufro tanto, con un sol primaveral y un bono de tranpote que incluye tranvía, bus, tren y ¡barco! (Y museos gratis)

sábado, 24 de abril de 2010

VIAJE A NINGUNA PARTE

He venido a Zurich a buscar sitio entre sus trescientas galerías.
En plan trágico, he venido a Zurich a enfrentarme con mi propio fracaso.
Coloquialmente, he venido a Zurich a que me manden al carajo en alemán.
Escepticamente, he venido a Zurich a perder el tiempo.
Pero...¿El tiempo se pierde?

jueves, 15 de abril de 2010

ALIANZA DE CIVILIZACIONES


(Robado en el blog Txoko de Txomin Goitibera. No sé poner eso de los enlaces, perdón)

Ah! hombre, así sí...esta música es a la Música lo que mi bicicleta al Sistema de Transportes. De andar por casa, pero más simpática.

lunes, 5 de abril de 2010

LA SEÑAL




Venían los capirotes
cargando con su extremo festejo de la muerte
que se celebra siempre
con mayor pompa que la resurrección
cuando un ángel urbano colocó una Señal
que lo prohibía.

ES LO QUE PASA.




ARNOLD BOKLIN, "Llegada a la isla de los muertos" 1883

La vida pasa, dicen.
Melancólicamente se equivocan:

El agua que no fluye
no puede ser un río.

Eres lo que no eres, fabricas una vida
y la vida no está.

Nunca allí, en un torrente
será donde la Muerte construya su palacio.

En las aguas del lago, reposando
entre la niebla entonces, recibirá tu barca.