miércoles, 23 de marzo de 2011

GRANDES ESPERANZAS

                                 EL JUEGO, Óleo sobre lienzo, 55 x 46 cm

 
      Según un pasaje de los Diálogos,Confucio pide un día a los discípulos que se encuentran junto a él que digan libremente qué les gustaría hacer si sus méritos fueran al fin reconocidos  y pudieran poner en práctica todos sus talentos.

      Un primer discípulo responde inmediatamente que, al mando de un modesto principado, incluso si este se encontrare en el más lamentable de los estados, sabría hacerlo próspero y armónico en tres años. Otro, más modesto, se siente capaz de garantizar, en tres años, el bienestar material de los habitantes y deja a los más sabios el cuidado de su elevación moral. El tercero, más prudente aún, se limitaría a desempeñar, en el templo ancestral, el papel de un simple acólito.

       Finalmente llega el turno al tercer discípulo, Dian, quien tañe una última nota en la cítara que había estado tocando en sordina, y deja que el sonido agote su vibración y muera. La respuesta que da es:

       "Hacia el final de la primavera, una vez preparados los atavíos primaverales, con cinco o seis compañeros y seis o siete muchachos, nos bañaríamos en el río Yi, disfrutaríamos del viento sobre las terrazas de las Danzas de la Lluvia y regresaríamos juntos cantando"
 
       Y el Maestro concluyó, con un profundo suspiro:"¡Dian, estoy contigo!
                           
                                        Leído en una cita de "Elogio de lo insípido", de F. Julien, Ed Siruela 1998

miércoles, 16 de marzo de 2011

SALUT A LA BONT[É]





Lo que sigue es uno de los borradores -el texto no aparece en la edición impresa- que se conservan de "Une Saison en enfer", de Arthur Rimbaud, su última obra, su último y fulgurante destello como poeta.

Fué a la mitad de su redacción en el granero de Roche, la propiedad familiar, cuando, tras viajar a Bruselas con Verlaine, éste le dispara en una mano.Vuelve para encerrarse enfebrecido en el granero y acabar  el manuscrito.

El fracaso absoluto de la edición realizada a su propia costa le hizo cortar definitivamente   cualquier ligazón con la literatura y lanzarse a una alucinante, polimorfa,  vida de aventurero en la que, misteriosamente, triunfó a su manera. Precoz en todo, murió antes de alcanzar la madurez de la vida burguesa que, en un nuevo quiebro vital,  ya empezaba a planear.

Debería inscribirse a la puerta de cada museo, para tomar ante el arte la distancia apropiada y habituarse a mirar antes que a admirar.




BONE [bonheur]

Si faible, je ne me crus plus supportable dans la societé,qu'a force de [pitié] Quel malheur Quel cloître pour ce beau dégoût? [illisible]

Cela s'est passé peu à peu.

Je hais maitenant les élans mystiques et les bizarreries de style.

Maintenant je puis dire que l'art est une sottise.

[Les] Nos grands poètes [illisible} aussi facile: l'art est une sottise.

Salut a la bont[é].



DICH


Tan débil , creí que la sociedad ya no podía soportarme más que a fuerza de piedad. Qué desdicha Qué claustro posible para este hermoso disgusto?...


Aquello se fué pasando poco a poco.
ahora odio los arrebatos místicos y las extravagancias estilísticas.


Ahora puedo decir que el arte es una bobada.


[Los] Nuestros grandes poetas [ilegible] tan fácil: el arte es una bobada.
Salud a la bon[dad].

Arthur Rimbaud, "Una temporada en el infierno", trad. de Juan Abeleira, Poesía Hiperión.

miércoles, 9 de marzo de 2011

SIN MUERTE.

                                             Espectro primaveral, foto José Espona.




Hace poco oí hablar de un hombre de unos cincuenta años que falleció mientras dormía. Antes de acostarse reprendió, afectuosamente, a su hijo adolescente que permanecía enganchado al ordenador. El hombre se fué a dormir y ya no volvió a despertar. Es evidente que murió. Pero... ¿puede decirse que "se"murió?


Es decir, que dudo que esa muerte fuese suya. Era una muerte para los demás. Para él, solo un par de escalones más abajo en los subterráneos del sueño.

sábado, 5 de marzo de 2011

LO SAGRADO

                 ANTE LA IMAGEN SAGRADA, óleo sobre metal, 20 x 57 cm


Allí dentro, aún
un niño
al que rodea siempre y todavía
el hipnótico horror de lo sagrado.