viernes, 1 de enero de 2010

NASCITURUS


"EL NIÑO SANTO" Óleo sobre lienzo, 100 x 81 cm

Vaya!...Otra vez el Año Nuevo ha dejado de venir. Una vez más, en realidad como siempre. Y lo necesitábamos tanto. Que conste que estuvo a punto de aparecer....se acercaba sigilosamente entre los fríos, dejando sus pequeñas huellas en la nieve; sus pasos infantiles pero decididos se aproximaron al umbral de la medianoche señalada. Pero no. Es tímido, deberíamos saberlo. Su novedad estriba en no saber, no tener en cuenta el número, no medir la alegría. Otra vez las cornetas, las campanadas, los rituales que se superponen para satisfacer la demanda de ilusiones. Serpentinas, trajes, copas que se quiebran entre risas. Otra vez la alegría a fecha fija. Precisamente todo lo que asusta al Año Nuevo. Eso es lo que pasó, lo que volvió a pasar. Y nada. Ya tenemos aquí otra vez al mismo año de siempre con el nombre cambiado, con un disfraz compuesto de remiendos, declarando con esa voz cascada que se le ha ocurrido inventar la primavera. ¿Quién le cree ya?

Entresoñando siento tu cuerpo junto al mío en medio de la noche. Duermes ajena a todo y yo no estoy despierto. Dejo correr mi mano por la curva tan conocida, tan tibia, de tu cadera, y me vuelvo a mi sueño reconociendo el aura silenciosa del año diminuto que una vez más se escapa.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Los años, como tantas cosas, son todo lo nuevos que uno desee que sean. Feliz año.

Txomin Goitibera dijo...

Se me ocurre más de una postura con respecto al año nuevo:

a) Los años son demasiado grandes, demasiado distantes. Tal vez sea más interesante (igual que en la mili era más efectivo caerle bien a un sargento que tener el enchufe de un coronel) fijarse en los meses, las semanas, los días... La horas pueden ser muy interesantes, incluso los minutos.

b) Los años no son nada; sólo son lapsos de tiempo fruto de una convención. ¿Qué se puede esperar de eso?

Feliz año de todos modos.

La piedra imán dijo...

Ejem...me doy perfecta cuenta de que soy tirando a cenizo para estas cosas.
Pero es cuento: en la superficie soy muy simpático. Así que: Feliz año, meses, días y horas...felices instantes para todos!