jueves, 10 de junio de 2010

AMÁLIA



Madera mojada, madera oscura
allí apoya su mejilla la tarde, la lluvia.

Allí fosforece tu candela que arde
pequeñita, terca, afrontando lo opaco que se acerca
y de pronto se quiebra
en astillas de luz que desaparecen.

No sabemos cómo ha sido
cómo tu voz ha podido levantarlo todo y derribarlo
y volverlo a levantar cuando comienza un verso

Pero ahí estás cantando
para que los ahogados de tristeza
arriben a buen puerto.

1 comentario:

Txomin Goitibera dijo...

Magífico fado y magnífica Amália.

Esto otro no es Amália ni es fado, pero se llama igual:

http://www.youtube.com/watch?v=j_MDEgobhas