viernes, 22 de abril de 2011

LONGEVIDAD.


El 12 de Abril ha muerto Miroslav Tichy, el poético voyeur y fotógrafo -¿es redundante?- checo. A los 84 años. Para un hombre que vivió casi toda su vida en la miseria, en la marginalidad de un solitario enfermo mental, en el más absoluto descuido de sí mismo -el  atestado policial de una de las periódicas detenciones de control a las que le sometían las autoridades, refería que en uno de sus bolsillos se había encontrado una cucaracha ¡viva!-  llegar a esa edad parece asombroso. La verdad, debilita un poco nuestra fe en los beneficiós de la "vida sana" y todo eso. Quizá su secreto, además de los genes, claro, esté en que poseía una pasión -capturar esas imágenes femeninas turbadoramente banales con su cámara de hojalata y cartón- superior en intensidad a sus males. O como dice el Tao:

" He oído decir que quien sabe alimentar su vida
no se cuida de los rinocerontes y tigres cuando anda por los montes
ni porta armas ni coraza cuando penetra en el ejército enemigo.

El rinoceronte no encuentra en él lugar donde cornearle
ni el tigre dónde clavar sus garras
ni las armas dónde aplicar su filo.


¿Por qué?
Porque no hay en él lugar para la muerte.

                 (Lao Zi, Trad. y notas de Ignacio Preciado, Ed. Alfaguara, 1981)

3 comentarios:

Celia dijo...

Tal vez el problema está en que cuando nos referimos a nuestro ideal de vida sana tan solo hablamos del cuerpo y demasiado a menudo olvidamos el espíritu.

Inés González dijo...

Seguramente la mezcla de pasión y genética hicieron del artista un roble, sumado a su energía transgresora, siempre liberadora y vital.
No lo conocía, muchas gracias Piedra Imán, me has tentado y buscaré en la red sus imágenes.

La Piedra Imán dijo...

El cuerpo, el espíritu...enfermedades del cuerpo nos transforman y desaniman, enfermedades del espíritu nos marchitan las fuerzas...en el espíritu hay cuerpo: cerebro, hormonas, sensaciones...En el cuerpo hay espíritu: emoción, estoicismo, perseverancia...Cuando nado deprisa siento el agua correr a lo largo de mi piel, me gusta y acelero sin sentir el cansancio...