viernes, 18 de febrero de 2011

ARÁCNIDOS DE ESTUDIO.



Me gusta esta parte del trabajo, donde los cuadros son una construcción de artesano y uno tiene que concentrar todo el ingenio en asuntos relativos al orden de la materia: alinear, medir, serrar, encolar, apretar, esperar y ver.

No es tiempo perdido para la pintura, son pausas constructivas en las dos acepciones de la palabra. Por lo mismo, prefiero el óleo, que tarda en secar, al acrílico que seca en minutos. Da más tiempo para modificar, tiene más estados intermedios con su textura particular...te obliga a ampliar el tiempo. Mejor, las prisas son malas.

Y ahí cuelgo el cuadro encolándose al bastidor, con esa especie de patas de araña, presionando, presionando, concentrando la fuerza acumulada en el tornillo...en cierto modo es una escultura temporal. Podría dejarla así...

2 comentarios:

Carmen Ballesta dijo...

¡¡¡Fantástico!!!

Txomin Goitibera dijo...

Impresionante. Qué araña.

Recuerdo un documental sobre Chillida en la que aparecían las operaciones de encofrado previo para una escultura de hormigón y también se me ocurió que se podrían haber dejado los encofrados de madera tal cual.

... Lo cual nos lleva a http://huespedes.cica.es/aliens/gittcus/kavafis