martes, 13 de octubre de 2009

LA SELVA EN CASA



Esta tarde me quedé atónito a mirar por la ventana y ver, en el tronco del peral viejo que hay en el jardín de casa, una escena de caza felina bastante sorprendente: un gato acosando a una ardilla.

Un baile nervioso, con largas pausas temblorosas erizadas de esquivas mínimas y amagos de ataque, seguidas de persecuciones y cambios de posición en las que entraban en juego los reflejos electrizados, la agilidad más veloz y una astucia posicional tan refinada que me costó mi tiempo comprenderla. ¡Que emocionante! ¡y en casita, como a mí me gusta!

Epílogo: En medio de una de esas pausas dramáticas, no aguanté más y tomé partido: agarré el tirachinas y expulsé al gatito a garbanzazos. Qué pasa!...uno no es de piedra¡

4 comentarios:

Soy dijo...

Qué escena, sin palabras, me quedo sin palabras. Buenas vistas.

La piedra imán dijo...

Menos mal que tenía una cámara a mano, si no ¿quien iba a creerme?

Lucía dijo...

Yo tego dudas de que la consiguiese cazar, pero seguramente tb la hubiese defendido...

La piedra imán dijo...

En el fondo yo también tenía ganas de cazar!