martes, 20 de octubre de 2009

MI TRANSVERBERACIÓN



Se entrecierran lustrosos, delicados
los párpados de mármol

Bajo ellos relumbran las pulidas pupilas
brasas que en ese éxtasis quiebran su luz helada
la pasión absoluta va incendiando la nieve.

Ah, y cuando yo era un niño la criada mataba
a los pollos cogiéndolos entre sus fuertes muslos
la cabeza sujeta hacia atrás y el cuchillo que abría
el paso a un hilo oscuro sobre la palangana.

Los párpados del pollo, un pergamino cálido
que iba empalideciendo
desmayaban su velo sobre el brillo amansado
del ojo que miraba oscurecerse el mundo.

Mis párpados caerán en el sueño, en el éxtasis
la sangre de los pollos manchará en mi memoria
esos velos de mármol, esa mejilla pura.

Todo seran livianos cristalitos de escarcha:
rayos de luz que alumbren
la larguísima nieve y su abrazo de olvido.

3 comentarios:

Soy dijo...

Que bonito. ¿son tuyos estos escritos?.

La piedra imán dijo...

Pero bueno!...si es MI transverberación. La de Santa Teresa es de Bernini y no sé muy bien por què en mi cabeza se ha conectado con la muerte de los pollos...y con la mía propia. Gracias por comentar, Soy.

Soy dijo...

Preciosa conexión. Muy bueno José.